El día del padre es la oportunidad para hacer algunas reflexiones acerca de la paternidad.
Dice el capítulo 1 del Génesis que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y que los creó varón y hembra, por eso los seres humanos tienen papá y mamá, la mamá cuida y da cariño al hijo, mientras el papá provee lo necesario para la vida y permite entender y fomentar la autoridad, ofreciendo modelos saludables y virtuosos, que les enseñan cómo funciona el mundo y son un puente humano con la vida pública de compromiso. Y la educación debe buscar que dichos roles se mantengan, que las hijas aprendan como cuidar y dar cariño a sus hijos y que los hijos adquieran virtudes y aprendan cómo funciona el mundo y puedan involucrarse en la vida pública de muchas maneras.
Y el mundo marchó más o menos bien bajo esas premisas por 19 siglos, pero cuando llegó el siglo XX y con él dos guerras mundiales, las cosas cambiaron. Los hombres se fueron a la guerra y la satisfacción de la totalidad de las necesidades de la familia, quedó en manos de las mujeres, entonces ellas tuvieron que trabajar en las fábricas y en el hogar y educar a los hijos.
Acabadas las dos guerras las mujeres se rebelaron y exigieron igualdad de derechos, entonces apareció el feminismo, que rapidito fue desprestigiado por los hombres que lo vieron no como la necesidad de disfrutar de cosas tan sencillas como poder votar o ir a la Universidad, sino como una amenaza a todos los derechos dados por el Creador al varón desde el comienzo de la humanidad.
Según los hombres era necesario que los ellos volvieran al puesto que tenían antes, pero las mujeres peleaban por sus derechos y la mayoría de los hombres no estuvieron a la altura del reto que la vida y las circunstancias les presentaron y surgieron los problemas:
- Ausencia física de los padres en el hogar porque los hombres querían que las cosas marcharan como antes, y las mujeres querían una independencia y cambio lo que llevo al consiguiente abandono de los deberes de educación de los hijos.
- Ausencia psíquica del padre en el hogar porque el hombre se convirtió en alguien inoperante.
- Padres que deseaban implicarse en las labores y la educación de la familia, pero no sabían cómo hacerlo.
Y vinieron los efectos de dicha situación: jóvenes violentos, agresivos, asociales, fracaso escolar y problemas de salud física y mental.
Por eso no es raro que más o menos el 75% u 80% de los adolescentes recluidos en hospitales psiquiátricos, en prisión por asesinato o violación y un altísimo número de los suicidas, de los que se van de casa, de los que sufren desórdenes de conducta o abandonan la escuela o están en centros de desintoxicación o reformatorios sean hijos sin padre.
Y como soluciones a toda esa problemática se propusieron campañas para valorar la figura paterna, empezando por comprender la forma de ser de los hombres como padres, mediante la realización de estudios estadísticos y continuando por prestarles ayuda a quienes ya son padres o a quienes aspiran a ser padres. También se habló de algo parecido a escuelas de padres para formarlos, enseñándoles a conciliar trabajo y paternidad. Y, finalmente, promover y valorar las familias estables, fomentando modelos positivos de masculinidad y fomentando el incremento de profesorado masculino, sin descuidar las iniciativas legislativas para hacer posible este cambio.
Todo eso está bien intencionado, pero parte de premisas falsas a mi modo de ver porque:
- No es cierto que sea necesario que todos los seres humanos tengan un padre, y que éste sea necesario para su educación, porque muchos hijos huérfanos son exitosos en la vida. Lo verdaderamente importante es que ese hijo reciba educación, aunque sea de extraños o que sean autodidactas.
- Científicamente se ha probado que, gracias a la evolución, los seres humanos traemos una serie de comportamientos innatos que nos dicen cuando algo es bueno o malo, es decir, que nacemos con las «semillas de la virtud» que un buen ambiente hace fructificar.
- Los hombres suelen ser mejores abuelos que papás, porque según estudios médicos, a partir de los 40 o 50 años la producción de testosterona se reduce a la mitad, y gracias a eso el cerebro masculino sufre una serie de cambios, que consisten en que ya los tres motores cerebrales masculinos: sexo, posesiones y jerarquía se van desactivando poco a poco y dando paso a la empatía femenina, según afirmación escuchada en «Redes», un programa de divulgación científica de RTVE.
Y es que si las afirmaciones de la posición clásica acerca de la importancia de la figura paterna (afirmaciones que son un 50% cristianas y un 50% machistas) fueran ciertas, quedarían sin explicación casos como los de los siguientes de jefes de Estado, presidentes, científicos o literatos:
- El mejor emperador de Roma fue César Augusto, pues resulta que él perdió a su papá cuando apenas tenía 4 años.
- El emperador Marco Aurelio, huérfano desde los 3 años ha sido clasificado por la historia como uno de los emperadores buenos de Roma, amado por su pueblo y que aún hoy estudiamos sus famosas «Meditaciones», porque además de gobernante sabio, fue un filósofo.
- Simón Bolívar, hombre cultísimo, gran militar y buen gobernante, tenía sólo 3 años cuando perdió a su papá.
- Marco Fidel Suárez, presidente de Colombia, era hijo de una mujer que lavaba ropas ajenas y de un miembro de la sociedad antioqueña de nombre José María Barrientos Jaramillo, pues el papá nunca lo reconoció como hijo y mucho menos le prestó ayuda o se involucró en su educación.
- El papá de Bill Clinton murió antes de que él naciera, no obstante, llegó a ser presidente de Estados Unidos.
- El papá de Barack Obama se divorció de la mamá cuando él apenas tenía 2 años y regresó a su país en África, desentendiéndose de su hijo. Pasando el tiempo ese hijo abandonado, fue presidente de Estados Unidos en dos oportunidades a pesar de pertenecer a la raza negra.
- Y qué decir de Catalina de Médicis. Nacida en abril de 1519 que perdió a su madre después del parto y un mes después, el padre murió de sífilis. Andando el tiempo llegó a ser reina de Francia y de ella dijo Honorato de Balzac, en su estudio «Sobre Catalina de Médicis» que ella «… salvó la corona de Francia y mantuvo la autoridad real en circunstancias en medio de las cuales más de un gran príncipe hubiese sucumbido (…), le fue preciso desplegar las más raras cualidades y los dones más preciosos del hombre de Estado (…). La figura de Catalina de Médicis aparece como la de un gran rey (…), mujer extraordinaria (…), que vivió casta en medio de los amores de la Corte más galante de Europa, y que supo no obstante su penuria de dinero, construir admirables monumentos, como para reparar las pérdidas que causaban las demoliciones de los calvinistas». Por eso no es raro que cuando ella murió se dijo que no había muerto una reina, sino que había muerto la realeza.
- Agatha Christie, famosa autora inglesa, nació en 1891 y cuando tenía 10 años perdió al padre, del cual dijo en su autobiografía: «Según los juicios de valor actuales, mi padre no merecería aprobación. Era un hombre bastante vago… Todos los días salía por la mañana de nuestra casa en Torquay para ir al club; pagaba un coche para regresar a la hora de comer, y por la tarde otra vez al club a jugar a las cartas hasta que volvía a casa a cambiarse con el tiempo justo para la cena. Durante la temporada de cricket, se pasaba los días en el club del que era presidente. De vez en cuando organizaba también representaciones de aficionados. Tenía muchos amigos y le encantaba invitarlos a casa. Todas las semanas daba un banquete y solía comer fuera con mi madre cada dos o tres días… Sin embargo, carecía de cualidades extraordinarias…»
- Gabriela Mistral, ganadora del Premio Nóbel de Literatura en 1945, fue abandonada por el papá cuando apenas tenía 3 años.
- Albert Camus, ganador del premio Nóbel de Literatura en 1957 contaba apenas 1 año cuando murió el papá.
- A Julio Cortázar, el papá lo abandonó cuando apenas tenía 6 años.
- El papá de Newton murió antes de que él naciera. La mamá se volvió a casar y Newton los odió porque lo maltrataban y él confesó haber amenazado con quemar al padrastro y a la mamá.
- La lista es larga pero los anteriores nombres son suficientes para entender la importancia de la figura paterna.
En cambio, Adolf Hitler y Iósif Stalin sí tuvieron papá y por muchos años sufrieron el «amoroso cuidado paterno».
Para terminar, digamos que, efectivamente es necesaria una figura paterna, pero no necesariamente el papá biológico, porque puede ser un abuelo, un hermano mayor, un padrastro o un padre adoptante. Para la Astrología clásica, el papá está representado por SATURNO, dios griego que se comía a sus hijos. Y en algunos sitios de Colombia se dice que «papá es cualquier h.p. que le pega a uno».