Con la llegada del frío a Miami, hecho realmente extraño para los que vivimos en la capital del sol, nos apuramos a sacar la ropa de invierno, que luce tan nueva como si lo fuera, ya que es tan poco el tiempo que tenemos durante el año para sentir un poquito de frío que, aunque quisiéramos, es casi imposible usarla la mayor parte del año.
En mi caso, he pasado la mayor parte de mi vida en sitios de tierra caliente, salvo algunos años de mi niñez, que los viví en una ciudad muy fría. Esos recuerdos me llegan con cada invierno en Miami y pienso que los seres humanos disfrutamos sin pensar mucho lo que la vida y la naturaleza nos da y sólo pensamos en ellas cuando ya no las tenemos. Cada año por estas épocas estamos muy pendientes de la temperatura de cada día y esperamos con real esperanza que pronto llegue un frente frío y podamos disfrutar más, saliendo y sintiendo estas acogedoras temperaturas. En este ir y venir buscando en internet las temperaturas para la próxima semana, me encontré con unos artículos acerca del «cambio climático» realmente interesantes que quisiera compartir en este blog.
¿Qué es el cambio climático?, ¿está ocurriendo ahora?, ¿qué podemos hacer para mejorar esta situación?
La verdad es que me asusté y en un primer momento no quise saber más del tema, pero también me preocupé por no saber con claridad qué pasa y lo que nos espera y leí y leí. Mucho se ha hablado del cambio climático en este año, especialmente después de que el gobierno de los Estados Unidos decidió retirarse del acuerdo de París y para los entendidos, esto es un gran retroceso no sólo para este país sino para el mundo entero, no en vano Estados Unidos es una de las potencias más importantes del mundo y fuera de eso gran consumidor y productor.
¿Pero qué es en realidad el cambio climático? Para empezar a entender dicho fenómeno, veamos los siguientes hechos:
Por siglos el dióxido de carbono en la atmósfera se ha mantenido en 300 partes por millón y así estuvo hasta más o menos 1950, el nivel que tenemos en este momento es de 400 partes por millón, y recordemos que el DIOXIDO DE CARBONO es la principal causa del llamado «efecto invernadero» y por ende del cambio climático ya que causa un calentamiento de la tierra, por eso la temperatura del planeta se está incrementando, más o menos 2.2 grados Fahrenheit o lo que es lo mismo 1.1 grados centígrados desde el siglo XIX, cambio que se debe al aumento en la atmósfera del dióxido de carbono y otras emisiones producidas por el hombre.
El efecto invernadero ocasiona el calentamiento de los océanos, el derretimiento de las capas de hielo de la tierra con el consiguiente aumento del nivel del mar. En los primeros 700 metros del mar se ha incrementado la temperatura 0.302 grados Fahrenheit desde 1969. Groenlandia perdió 150 a 250 kilómetros cúbicos de hielo del 2002 al 2006, la Antártida cerca de 152 kilómetros cúbicos del 2002 al 2005; lo mismo podemos decir de los Alpes, el Himalaya, los Andes, las montañas Rocosas, Alaska y África. El nivel del mar ha aumentado cerca de 8 pulgadas (más o menos 20 centímetros) en el último siglo. En Estados Unidos los récords de altas temperaturas han ido en aumento mientras que los de temperaturas bajas han decrecido desde 1950.
La acidez de los océanos ha aumentado un 30% desde la Revolución Industrial resultado del incremento del dióxido de carbono en la atmósfera que ha sido absorbido por los océanos a través de las lluvias. Y finalmente, como si todo lo anterior fuera poco, el aumento del nivel del mar pone en peligro no sólo las ciudades costeras de todo el mundo sino la llamada «corriente del Golfo» originada en el Golfo de México y que hace menos fríos los inviernos del norte de Europa, Estados Unidos y Canadá.
Todo esto suena aterrador, claro, tal vez los fenómenos más graves no nos toque vivirlos a nosotros, pero es bueno pensar ¿qué estamos haciendo mal?, ¿qué podríamos hacer para que la tierra no siga sufriendo y nos haga sufrir a nosotros?
Una de las primeras cosas que ha empezado a ayudar en este proceso mundial son los acuerdos a los que se ha llegado para la disminución de los gases de efecto invernadero y el mejoramiento de las condiciones atmosféricas en la mayor parte del mundo. Pero fuera de eso cada granito de arena que todos pongamos seguro podría ayudar a mejorar la situación y así tal vez de esta manera hacer que las grandes empresas pongan un poco de su parte para no seguir envenenando el planeta.
Según la Fundación David Suzuki, nosotros podemos dar unos pequeños pasos para ayudar al planeta: Mantenernos informados, estar al tanto de lo que suceda y contactar a nuestros representantes, votar por políticos que ayuden con leyes y medidas efectivas para el mejoramiento climático. Ser eficientes en el consumo de la energía, apagar la luz, cambiar los bombillos por fluorescentes o LEDs, desconectar los computadores, televisores y otros aparatos electrónicos cuando no estén en uso, lavar la ropa con agua fría o tibia, secar la ropa al aire libre cuando podamos, instalar termostatos programables. Escoger energía de fuente renovable, si nuestro proveedor no lo ofrece al menos pidámosla. Escojamos comida orgánica o localmente producida, evitemos las comidas procesadas, el 18% de los gases de efecto invernadero provienen de la producción de carne y lácteos, tratemos de reducir el consumo de estos alimentos. Reciclemos papel, plástico, vidrio y utilicemos productos con mínimo empaque.
Tratemos que los contaminadores paguen los impuestos sobre actividades contaminantes para lograr que los hogares y las empresas que si hacen bien su trabajo ahorren dinero. Viajemos menos en avión, éstos son causantes de una gran huella de carbón, utilicemos más autobuses, trenes o tratemos de ir de vacaciones más cerca de nuestra sitio de residencia. La vida moderna ayuda a estar cerca de todos los que queremos y de mucha gente a través de videoconferencias. Estemos informados de todos los cambios en este aspecto y compartamos con nuestra comunidad. El transporte diario es causante del 25% de las emisiones de los gases de efecto invernadero, tratemos de caminar más, usemos bicicleta o utilicemos el transporte público, si es imposible intentemos compartir automóvil o utilicemos uno que tenga menos emisiones de gas de efecto invernadero.
Como éstos puede haber muchos recursos más que podemos intentar, es difícil pensarán ustedes. Lo mismo pienso yo. Pero si nosotros no empezamos, a donde va a ir a parar nuestro planeta. Empecemos por poco, al menos tratemos de tomar conciencia, y pongamos unas metas personales en la ayuda a nuestro planeta, estoy segura que no sólo lo ayudaremos a él, sino a nosotros mismos… Es bueno sentir que hacemos algo que redundará en una mejor vida para mucha gente.
Ver:
Artículo Climate.nasa.com
David Suzuki Foundation One nature